Por Elsa Basile – Quizás una de las situaciones más difíciles para un líder sea despedir a un colaborador. Por el motivo que fuera, es un momento de mucha tensión, tanto para quien lo tiene que comunicar como para quien recibe la noticia.
Por parte del líder pueden aparecen sentimientos de culpa, temores de que el colaborador se desborde y haya que contenerlo, que surjan reproches. Desde el lugar del colaborador es una marca muy dolorosa: el haber sido excluido de un espacio, de un grupo. Menoscaba su autoestima, surgen las no menos dolorosas preguntas ¿por qué a mí?, ¿pude hacer algo para evitarlo?… Leer más