se adaptan a los obstáculos
Por Didier Saint-Georges – En la actualidad, ya no es ningún secreto que la gestión del riesgo de deflación por parte de los bancos centrales, desde la gran crisis financiera de 2008, ha tenido unos efectos limitados en el crecimiento económico y que, en cambio, ha contribuido a que los mercados bursátiles registren una subida de proporciones históricas.
Independientemente de que se la denomine de forma despectiva «represión financiera» en Europa o quantitative easing en jerga anglosajona, no cabe duda de que la intervención sin precedentes de los bancos centrales ha rebajado los costes de financiación de los actores del sector privado pero, a falta de una demanda suficiente, no ha logrado -mediante esta única fórmula de política monetaria- reactivar las inversiones productivas de las empresas… Leer más